Toda despedida tiene algo de sabor agridulce, por no decir triste, pero cuando podría significar dejar de ver para siempre o durante mucho tiempo a una persona que ha estado conviviendo con nosotros durante un cierto tiempo, se hace dolorosa. Y esto es lo que pasa ahora, como todos los años, cuando llega el momento de decir adiós a Rebecca, nuestra auxiliar de conversación en este curso, una compañera más.
Han sido 8 meses de un excelente trabajo por su parte que ha dejado a todos contentos con su labor y con las ganas de que continuara; pero no ha podido ser: otras responsabilidades la llaman. Además de su magnífica labor, que evidentemente ha repercutido favorablemente en alumnado y profesorado, hemos ganado la amistad de una gran persona, simpática, responsable, paciente, atenta, exquisita en el trato...
¡Que la suerte te acompañe allí por donde vayas! Y... mientras esperamos vernos algún día (la vida da muchas vueltas), sé feliz.
We'll miss you! We love you a bunch!
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