A propósito de este último villancico (en español, "Los doce días de Navidad"), hay que decir que es uno de los más famosos del mundo, así como de los más antiguos, con una historia respecto de su origen bastante curiosa, aunque no exenta de controversias.
En él se hace referencia a los días comprendidos entre el 25 de diciembre y el 5 de enero, o sea, desde Navidad hasta Epifanía. Y para cada una de esas fechas se van indicando los regalos recibidos por una persona de parte de su "amor verdadero". Y hay quienes dicen que todos sus elementos están llenos de simbolismo religioso.
Su aparición, siempre según esta tradición, es en la Inglaterra del siglo XVI; un país en el que, entre los años 1558 y 1829, era ilegar practicar el catolicismo. En este sentido, la canción desarrollaría en su época una función educativa y recordatoria, con referencias ocultas a la fe y símbolos católicos. Así, el verdadero amor ("true love") sería nada más y nada menos que el mismo Dios, que iría depositando en cada persona los siguientes regalos:
1 perdiz en un peral = Jesucristo.
2 tórtolas = El Antiguo y Nuevo Testamentos.
3 gallinas francesas = las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).
4 pájaros piando = los cuatro Evangelios o Evangelistas.
5 anillos de oro = los cinco primeros libros del Antiguo Testamento (el Pentateuco).
6 gansos ponedores = los seis días de la creación.
7 cisnes nadando = los siete sacramentos.
8 doncellas ordeñando = las ocho bienaventuranzas.
9 señoras bailando = los nueve frutos del Espíritu Santo.
10 señores saltando = los diez mandamientos.
11 gaiteros tocando = los once Apóstoles fieles.
12 tamborileros = los doce puntos de doctrina en el Credo apostólico.
Ya hemos referido que este simbolismo ha sido y es bastante cuestionado. No obstante, no deja de ser curioso.
Para saber más puedes consultar estos enlaces:
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